Miércoles 26/4/23
Es un diagnóstico clasificado en el DSM V como parte de los trastornos del desarrollo neurológico, el cual se caracteriza por un comportamiento persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, donde el comportamiento del niño no cumple con las exigencias esperadas por la sociedad. Desafortunadamente, la falta de un conocimiento adecuado de este trastorno frente a un comportamiento normal del niño, ha hecho que muchos de ellos sean diagnosticados erróneamente con TDAH obteniendo un tratamiento inadecuado para el menor.
Es importante tener en cuenta que es normal que el niño sea activo, curioso, a veces imprudente, o no tenga un buen comportamiento en lugares sociales, esto se da mientras el menor va creciendo y modelando su conducta, sin embargo, si sospecha que su hijo tiene un problema atencional y/o comportamental, y cree que los síntomas que se presentan no son normales, habría que considerar la cita con el especialista, puede ser por psicología, neuropediatría o neuropsicología. En ésta última área, se le administra al menor un test de pruebas estandarizadas que nos indicarán si efectivamente el niño tiene algún déficit atencional o comportamental y además se evaluará la presencia de alteraciones en el rendimiento académico, como lo es en la lectoescritura y las matemáticas.
El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM V), nos indicará que el TDAH es un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por:
Fallas atencionales: se establece la presencia de 6 o más síntomas que hayan perdurado por al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta las actividades académicas, laborales y sociales. Para personas mayores de 17 años, requiere un mínimo de cinco síntomas:
Dificultad para prestar atención a los detalles
Problemas para mantener la atención
No parece escuchar
No sigue instrucciones
No organiza las tareas
Evita tareas que requieran esfuerzo mental
Pierde objetos personales
Se distrae con estímulos externos
Olvida actividades de la vida cotidiana
Hiperactividad-impulsividad: seis o mas de los siguientes síntomas que se hayan mantenido durante al menos 6 meses:
El jugueteo o golpes con manos y pies
Levantarse en momentos que no son apropiados
corretear o trepar
sentir incomodidad al estar quieto
Parece con un motor que lo impulsa
habla excesivamente
Responder antes de tiempo
Dificultad para esperar el turno
Es imprudente con otras conversaciones o actividades.
De acuerdo a lo anterior, se debe especificar el tipo de trastorno, el cual puede ser de presentación combinada (cumple los criterios de inatención e hiperactividad-impulsividad) durante los últimos seis meses. Puede ser con falta de atención o con hiperactividad-impulsividad, de acuerdo a los criterios anotados anteriormente.
REFERENCIAS:
Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) (5.a ed.). Madrid: Panamericana
Sábado 20/1/24
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